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NO SE TRATA DE VERTER CONTENIDOS

“La lectura del mundo precede a la lectura de la palabra, de ahí que la posterior lectura de ésta no pueda prescindir de la continuidad de la lectura de aquél. Lenguaje y realidad se vinculan dinámicamente. La comprensión del texto a ser alcanzada por su lectura crítica implica la percepción de relaciones entre el texto y el contexto”.
(Paulo Freire)


Hoy en día los Medios masivos de comunicación publican notas e informes sobre el aumento de la violencia en las escuelas y sobre como día a día los alumnos respetan cada vez menos a sus maestros y profesores. A posteriori, ensayan explicaciones posibles, limitándose a variables aisladas y simplistas que sin ser vistas contextual e históricamente, no hacen nada más que fortalecer la lógica del acontecimiento periodístico, cuya vertiente más efectiva es el escándalo.

Desde la pantalla y la letra de molde hay algo que no se plantea. Eso que no se dice es la crisis del modelo educativo, que a pesar de ser ajustado y rectificado, por diversas leyes y reglamentaciones, nunca se deja de reproducir el modelo heredado.

Para pensar este problema, tomaremos la visión crítica que Rosa Nidia Buenfil Burgos hace del concepto “clásico” de educación para plantear una primera afirmación. “Educación ha sido limitada a la escolaridad. Desde los primeros intentos de construir la Pedagogía como un conocimiento científico –y ya no sólo como una reflexión filosófica- la necesidad de delimitar un objeto de estudio ha conducido, innecesariamente, a excluir una serie de prácticas y espacios sociales que forman a los sujetos, del concepto de educación.”1

Esta afirmación nos permite rechazar el reduccionismo clásico a que ha sido sometido históricamente el concepto de educación por el saber vulgar. Por un lado, alumnos no llegan al colegio como una pizarra en blanco o un bolso vacío donde se depositan saberes2; y segundo, todo aquello que atraviesa a los sujetos (lease: familia, amigos, vecinos, medios masivos, tecnología), son prácticas educativas entendiendo que, en tanto, prácticas sociales van a conformar las subjetividades de los individuos.


En este sentido, la violencia escolar, no es una consecuencia ontológica de una adolescencia díscola, ni de la barbarie de las clases bajas, es la resultante de un modelo en crisis, que no responde a las necesidades de los actores involucrados; porque la violencia, no es más ni menos que la manifestación del rechazo vehemente de una educación que no sirve.

La educación no debe ser una mera transmisión de saberes, no debe generar conciencias chatas y acríticas y listas para formar parte del sistema de producción capitalista. Debe generar sujetos críticos, pero a los cuales no debe enseñarles a pensar3, sino a través de la palabra, puesta en juego en el diálogo, debe crear un espacio inacabado de mediación con el mundo.

Una vez que se logre comprender que la educación no es restrictiva del ámbito escolar sino un todo social que se despliega día a día y que los educandos no son sólo agentes pasivos, sino que deben involucrarse activamente en la conformación de su criticidad y la de sus prójimos. Una vez que se logre pensar esto y llevarlo a la práctica, la violencia va a ser sólo un tema del pasado.

1 Buenfil Burgos, Rosa Nidia, Análisis de discurso y educación, Publicado por el Departamento de Investigaciones Educativas Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional. DIE 26, México, 1992
2 (los hombres no son) “seres vacíos a quienes el mundo ‘llena’ con contenidos, (…) sino en los hombres como cuerpos conscientes, y en la conciencia como conciencia intencionada al mundo. No puede ser la del depósito de contenidos, sino la de la problematización de los hombres en sus relaciones con el mundo.” (Freire, Paulo, Pedagogía del Oprimido, Siglo XXI, Buenos Aires,2002)
3 “Nuestro papel no es hablar al pueblo sobre nuestra visión del mundo, o intentar imponerla a él, sino dialogar con él sobre su visión y la nuestra” (Freire, Paulo, Pedagogía del Oprimido, Siglo XXI, Buenos Aires,2002)

EL MAESTRO DE AYER, HOY Y SIEMPRE

Hablar del rol del docente en la escuela, significa no sólo pensar las formas de “hacer educación”, sino una manera de “hacer la vida”. Porque conforme pasa el tiempo, evolucionan las sociedades, las prácticas educativas cambian, los sujetos incorporan diferentes conocimientos y los docentes también adoptan otras formas de enseñanza.
Todo esto puede formar parte de un ideal de educación, un ideal de escuela, un ideal de formación.

Pero ¿qué sucede cuando nos enfrentamos con la realidad de la escuela pública del nuevo siglo?

Graciela Pois es una docente que lleva más de 20 años transitando los vaivenes de la educación. Hoy es la maestra a cargo del 1° año de la escuela N° 121 de La Plata y en pocas palabras logra resumir una problemática difícil de sanear “la formación de los chicos como sujetos sociales se ve interrumpida por situaciones que ni siquiera nosotros, los grandes, somos capaces de desentrañar”. Pero no es la intención de este análisis adentrarse en las problemáticas sociales que se viven en estos tiempos, sino más bien, dónde ellas desembocan.

Volviendo al tema anterior, éstas interrupciones en la vida de los chicos pueden ser, para la docente, una de las causas de “algunos desajustes emocionales que provocan comportamientos agresivos dentro y fuera del aula”. Además, los profesores asumen las condiciones socioculturales de sus alumnos como una barrera que les impide la promoción y movilidad social. Aprecian como limitadoras de su labor pedagógica las condiciones de trabajo que le son adversas: aulas con excesivo número de alumnos, sin los recursos didácticos necesarios, con estudiantes desmotivados y poco receptivos a las nuevas experiencias.

Se da entonces el ausentismo escolar con el consecuente impacto negativo sobre su desempeño, provocando la repetición reiterada de un mismo curso, uno de los factores asociados con la Deserción Escolar, siendo ésta una de las expresiones de la exclusión. En fin, una cadena de nunca acabar.

Graciela pois no duda en afirmar que “Todo esto conlleva a una desmotivación absoluta y causa desgano en todas partes. Las maestras porque no vemos predisposición, porque los chicos a veces ni fuerzas tienen para prestar atención y justamente los chicos, que transitan una etapa de desarrollo tanto motriz como mental, se ven influidos por la educación de puertas adentro” o sea la de las familias.

La experiencia propia

Un recorrido por la escuela N° 60 de Ringuelet denota aquellas características que se mencionaban en cuanto a la relación alumno-sociedad-escuela. Pero también existe dentro del establecimiento una fuerte postura inclusiva que roza la “liviandad”. Con esto se apunta nuevamente a ese rol del docente que algún día supo ser el de enseñar las matemáticas y hoy se le suma la tarea de compresión, compasión y a veces hasta debe soportar las agresiones de sus alumnos.

Hace no muchos años atrás, hablarle a la maestra con un tono de voz más elevado que el normal implicaba una sanción correctiva en la dirección. No queremos decir que esto sea lo correcto, pero ¿qué imagen tiene cada uno de ustedes de aquel docente de la escuela primaria? ¿Quién les enseñó valores tales como el respeto al prójimo, a los mayores a la institución?.

En la escuela N° 60 estos valores pasan casi desapercibidos, los gritos a las maestras son moneda corriente, las burlas en las canciones patrias igual y ni hablar del trato entre pares, entre compañeros.

Y nuevamente surge en el medio de cada charla, la problemática social por la que el alumno atraviesa y es atravesado. Esta vez de boca de la Directora de la escuela o de la maestra a cargo “no es fácil” dicen casi simultáneamente. Con un dejo de tristeza por el carácter “urgente” del problema.

Y parece una frase repetida hasta el hartazgo, pero no hay, a nuestro entender, otra forma de hacerlo que juntos, entre todos desde abajo y para arriba. Porque hacia arriba se sale del pozo, se emerge, se vislumbra. Todo lo que se necesita para actuar como sociedad, como aquellos alumnos que alguna vez fuimos y seguiremos siendo. Para ayudar, porque en esas manos docentes está y siempre estarán el presente y el futuro.

Desde este blog proponemos un ejercicio para poner en práctica, tanto grandes como chicos, a la hora de pensar la escuela: Busquen a la persona mayor más cercana y háganle preguntas sobre cómo eran sus maestros o profesores de la escuela. ¿Cómo los recuerdan? ¿Qué enseñanzas les dejaron (más allá de las curriculares)?

Ahora piensen cuáles enseñanzas creen ustedes que recibieron de sus propias maestras o profesores y lo mismo para sus hijos o hermanos.
Hay recuerdos que valen más que mil palabras.

RECONOCIÉNDONOS JUGANDO

Cuando surgió la propuesta de ir a un colegio a llevar adelante distintas prácticas, nos encontramos en una situación de no saber para qué iríamos, cuál iba a ser nuestro objetivo y cuál nuestro rol. Era una sensación de desconcierto con mezcla de inquietud que fue tomando un rumbo más estable al llegar al aula de 5to Grado de la Escuela Nº 60 “Hugo Stunz”, de la localidad de Ringuelet.

Llegamos con muchas ideas, con muchas cosas por querer hacer, con varios proyectos en la cabeza; cosas estas que fueron rotando, cambiando o sosteniéndose a medida que fuimos empezando a conocer y a reconocer a los chicos.

En la cursada de la materia “Comunicación y Educación”, nos hablaban del “reconocimiento del universo vocabular”, pero… ¿qué es eso? ¿Qué tan importante nos podía resultar en nuestra práctica? ¿Cuánto nos podía aportar a nuestra tarea?

El reconocimiento del universo vocabular es una propuesta de Paulo Freire (Pedagogo Brasileño. 1921-1997) que consiste en el reconocimiento gradual que sirve para recrear una relación dialógica con aquél que será el destinatario de las acciones que pretendemos, porque para realizar trabajos estratégicos de comunicación/educación hay que partir del trabajo con el otro, del conocimiento de las prácticas socioculturales de nuestros interlocutores.

El reconocimiento del universo vocabular es tan necesario porque con él estamos identificando el campo de significaciones de quienes serán nuestros destinatarios, su conjunto de valores, de lenguajes, códigos, ideologías, etc., desde los cuales ellos conocen la realidad.

Como grupo que estuvo trabajando con 5to Grado de esta escuela tan chica en cantidad de alumnos pero tan grande por todo lo que brinda, consideramos que trabajar con la idea de reconocimiento del universo vocabular fue una tarea fundamental para el proceso que queríamos llevar adelante.

Con las primeras llegadas al aula creíamos saberlo todo. Considerábamos que con cualquier cosa de las que llevábamos pensadas los chicos se iban a “enganchar” sin problemas. Pero no fue así.



El error estuvo en creer que con el simple hecho de conocerlos bastaba. La realidad nos mostró que para poder producir distintas acciones estratégicas es necesario reconocer al otro, reconocer su valor, su importancia, considerar que ese interlocutor es capaz de jugar al juego que le planteamos, que puede ser activo en las acciones que les presentamos.

En nuestro primer boceto del “proyecto de intervención” habíamos formulado la realización de un programa de radio donde cada uno de los alumnos desempeñara un rol. Esto no resultó, pues sólo fueron unos pocos los que nos prestaron atención y lo que se engancharon. El resto fue indiferente a cada cosa que les decíamos, que les hacíamos escuchar o que les proponíamos.

Buscábamos que trabajaran en grupo porque habíamos observado grandes individualidades entre ellos, problemas de discriminación y de conducta; por esto la idea de que cada uno desempeñará un rol para lograr un producto único, que sería el programa de radio. Pero no funcionó.

Decidimos salir de la visión instrumentalista que reduce a la comunicación a “medios”, “transmisión”, “información”, para entenderla como un acto social productor de relaciones y de sentidos, como vinculación, como una forma de compartir, de intercambiar, donde cada uno se construye con los otros.

Siguiendo con la idea de que lo chicos trabajen en grupo dejando de lado las agresiones, tanto físicas como verbales, y hacer que se superen las individualidades, decidimos buscar juegos no competitivos mediante los cuales ellos puedan desarrollar sus facultades físicas y psíquicas, puedan conocer las propias actitudes y sus límites y también puedan liberar energía.

Con juegos tales como “la cadena”, “la pelota envenenada” o “la silla inclusiva” donde el ganador no es un alumno en particular sino todo el grupo, ellos están aprendiendo a trabajar colectivamente y de una forma más entretenida, y lo más importante, de la forma en que ellos querían.

Aunque tuvimos un momento específico dedicado al reconocimiento del universo vocabular, creemos que día a día continuamos con esa tarea. Por nuestra mínima experiencia, consideramos que si continuamos yendo a trabajar con los chicos, vamos a ir sabiendo mejor cuáles son sus preferencias, sus intereses, sus visiones de la vida, etc.

Sabemos que hay un mundo de cosas por reconocer en cada lugar al que vamos. Nos sentimos muy satisfechos con haber logrado un mínimo reconocimiento del universo de significaciones de los chicos y haber encontrado también, una manera de compartir todo esto con ellos, porque además de haber sido nosotros quienes propusimos los juegos, también fuimos parte de ese grupo que jugando no buscaba que haya un ganador, sino que en ese proceso, al éxito lo alcanzamos todos. ¡Y lo logramos!



VOLVIENDO A EMPEZAR

Sexto encuentro: 10/07/08

Luego del giro dado en la propuesta de intervención, decidimos empezar de cero con una nueva propuesta que comenzó a tomar forma en éste, nuestro sexto encuentro.

Aprovechando que el día nos acompañaba, decidimos ir al patio para realizar algunos juegos inclusivos con los chicos. Pero nuevamente fue difícil reunir a los alumnos que ya estaban mezclados con chicos de otros grados (alumnos de sexto que al no querer ver la película que el maestro les había propuesto, se encontraban fuera del aula).




Una vez que logramos captar la atención de los alumnos de 5to, les propusimos la realización de un juego llamado “La cadena envenenada”, algo así como una mancha en la que tienen que unirse para atrapar a los compañeros, les explicamos.

Notamos que les había gustado la idea, a tal punto que hasta propusieron otros juegos parecidos.

Jugamos varias veces y los chicos lo disfrutaron hasta el cansancio. Esta vez, entre ellos había risas, chistes, y fundamentalmente trabajo en grupo sin importar quien formaba parte de ese grupo.


Después propusimos otro juego, similar al “mata sapo”, y ellos mismos incluyeron a los alumnos de 6to que estaban en el patio. Hasta la maestra se sumó al grupo para formar parte de la diversión.

Esta actividad duró hasta el fin de la jornada y notamos que los chicos lograron desarrollarla con alegría, predisposición y por sobre todo sin las agresiones permanentes que habíamos visto hasta ahora en cada una de las intervenciones que habíamos realizado.



Dilucidamos entonces que este podría ser el camino correcto para continuar con la integración de los alumnos, que notamos cambios en las actitudes para con sus compañeros y que estos cambios podrían ser el principio de una nueva etapa en su comportamiento.

UN PASO ATRÁS

Quinto encuentro: 26/06/08

Este día fue el de la presentación ante los chicos la propuesta del programa radial.

Antes de empezar la clase, los alumnos estaban en una práctica con radioaficionados. En esta se contactaron con alumnos y profesores de otras escuelas.

En un primer momento, Jorgelina pasó uno a uno los audios que ejemplificaban cada una de las partes con que cuenta un programa de radio. Durante los primeros minutos, los niños prestaron atención, pero esta fue decayendo lentamente, hasta que la dispersión fue total. Micaela, una de las nenas más activas del grupo, se encontraba recostaba en dos sillas y tapaba su cabeza con la campera.

Un dato que no es menor, fue particularmente, la presencia de un chico que es hiperactivo. Este alumno, habitualmente, se queda hasta las 12, pero ese día, estuvo hasta el final y los niños se encontraban más alborotados que de costumbre.

La última media hora fue usada por Mabel, la maestra, para hablar con los alumnos, para retarlos y hacerlos reflexionar sobre su comportamiento. Un rato antes de la charla, Mabel, había bajado a la dirección y en ese breve rato, los chicos se dispersaron y comenzaron a jugar a la pelota, a pelear y a gritar.

Esa tarde, cuando salimos, nos replanteamos el proyecto de intervención. La producción radial ya había quedado atrás. En los próximos encuentros, buscaríamos reforzar la unidad y la colectividad a partir de la realización de actividades lúdicas.

EL JUEGO DEL AHORCADO


Cuarto encuentro: 19/06/08

A pesar del mal tiempo, nos hicimos presentes en la escuela. Allí nos encontramos con menos chicos que lo normal ya que los días lluviosos baja notablemente la cantidad de alumnos.

Aunque con menos niños que lo pensado, pudimos realizar la actividad preparada para esta fecha. Sabíamos que por medio del juego podíamos atraer con más facilidad la atención de los niños y a la vez sacar mayor provecho del mismo. Por eso propusimos el “juego del ahorcado” con palabras ya predeterminadas por nosotros como por ejemplo, “policía”, “comunicación”, televisión”, “familia” etc.

Dividimos el aula en dos grupos, ya pensando que en un futuro podríamos utilizar dichas bandas para realizar y llevar a cabo nuestros objetivos finales, y así, éste sería como el puntapié inicial.

Podemos decir que fue el día que mejor se portaron y más provecho pudimos sacar de la interacción con ellos, ya que no sólo adivinaban las palabras sino que también nos daban una definición de lo que les generaba cada una.



Uno de nosotros estaba con cada uno de los grupos, intentando incentivarlos a que piensen letras, posibles palabras y también para evitar las peleas que surgían por lo general cuando el equipo adversario conseguía ganar el punto. Este fue un punto llamativo, porque pudimos ver cómo los pibes se “desesperan” por ganar, y si nosotros le quitábamos algún punto en función de sanción por cierto mal comportamiento, también se enojaban y amenazaban con no jugar más.

Esto nos mostró que a través del juego podemos sacar muchos réditos y atraer la atención de estos niños que por momentos se van no sólo del aula sino del mundo escolar. El resultado final del juego fue empate, una avivada de Javier que hizo de mediador, además le puso mucha onda, y arreglo los resultados para que se vayan ambos lados contentos.

ESCRIBIR UN CUENTO

Tercer Encuentro: 12/06/2008

En nuestra tercera presencia en la escuela se dio que los chicos nos estaban esperando. Algunos estaban afuera del aula y cuando vieron que veníamos subiendo las escaleras, fueron corriendo a abrazarnos.

- Seño, ¿que vamos a hacer hoy? – es una de las primeras cosas que se escuchan decir. Se los nota entusiasmados, se los nota con ganas de trabajar con nosotros y eso está bueno, es como un incentivo para nosotros porque teníamos muchas dudas, no sabíamos si íbamos a poder entretenerlos, si nos iban a prestar atención.

En esta ocasión les llevamos imágenes de revistas. Entre ellas había de todo: famosos, políticos, imágenes figurativas, jugadores de fútbol, etc... Primero les dimos una a cada uno a elección nuestra para poder ver cómo reaccionaban y al decirles que en base a esa imagen debían escribir un cuento, fueron muchos los que pidieron elegir otra foto.

En el cuento debían ponerle nombre/s al/los personaje/s, debían decir el lugar en dónde vivía/n y también asignarle una ocupación. Ante esto ultimo, hubo 2 o 3 chicos que nos preguntaron qué era la ocupación porque no lo sabían y cuando nosotros le decíamos que era aquello de lo que trabajaban enseguida comprendían.

Como en la actividad del dibujo del superhéroe, en esta ocasión también hubo alumnos que primero no querían trabajar y que después lo hicieron, chicos que terminaron muy rápido y que pidieron otra fotografía para escribir otro cuento y chicos que en la mayor parte de la clase se la pasaron hablando con otros, paseando por adentro o por fuera del aula y que recién en los últimos minutos comenzaron a escribir y lo hicieron muy bien.


Vale aclarar que estas situaciones que describimos anteriormente son siempre de los mismos niños, o sea, son siempre los mismos los que terminan rápido y son siempre los mismos los que al principio de empacan y al darle un “empujoncito” se largan a trabajar.

En general las historias narradas fueron bastante cortas, se limitaron a contar aquello que sabían de la persona famosa y nada más. En varios casos, venían a mostrarnos lo que habían escrito y si así estaba bien, entonces nosotros le dábamos nuevas ideas para que escriban y desarrollen más.

DIBUJAR UN SUPERHEROE

Segundo encuentro: 05/06/2008

Este fue el primer día que trabajamos con ellos, fue la primera vez que le dimos una consigna y salio bastante bien!!!.

Como en el encuentro anterior, al legar al aula, fue difícil ordenarlos para que nos escuchen y para poder captar su atención. Pero una vez que lo logramos, los niños se entusiasmaron y empezaron a trabajar.

La tarea fue que dibujaran un superhéroe, al que le tenían que poner un nombre, le debían otorgar poderes y también tenían que decir dónde vivía.

Tenemos que reconocer que hubo 2 ó 3 chicos que en un principio se cruzaron de brazos y no querían dibujar pero más adelante, al charlar con nosotros y con la maestra misma, les gustó la idea y trabajaron.

En contrapartida a eso, hubo chicos que realizan las consignas de manera muy rápida, por lo que en esta ocasión realizaron 2 dibujos en vez de uno.

Al momento de poner en practica su imaginación ellos no dejan de lado para nada las diferencias físicas que existen entre sus compañeros de 5to grado, por lo tanto los superhéroes se llamaron: “Ratatui”, “Chanchoman”, “Cuatrochiman”, etc..


Hubo quienes también dibujaron como superhéroes a docentes y directivos de la escuela, así estuvo “SuperNeda” cuyo poder era el de suspender y también estuvo el Profesor Antonio al que sólo dibujaron pero no le otorgaron superpoderes.

Como salió el tema del fútbol, les dijimos que si querían que pongan de qué equipo era hincha ese superhéroe, y ninguno salió de Estudiantes, Gimnasia, River y Boca, siendo estos dos últimos nombrados muy pocas veces ya que sólo predominaban los equipos platenses.

Una vez que terminaron de dibujar, pegamos los trabajos en el pizarrón para que todos los puedan ver y además porque la idea era sumarle algunas preguntas sobre el superhéroe.

Este ultimo objetivo fue muy difícil de llevar adelante por el bochinche que había, puesto que los chicos se reían de los trabajos de los otros, se cargaban, salían del aula a cada rato y entraban otros de 6to grado y también porque no querían responder a las preguntas que les hacíamos.

Les preguntamos sobre los sueños del superhéroe, sobre el trabajo que tenia, sobre qué hacia con esos poderes, sobre los programas que miraba en la tele, etc., pero o respondían muy poco o directamente decían que no sabían. Eso si, en las preguntas en que menos dudaban eran en las del lugar en que Vivian que respondían Buenos Aires y las de los programa de TV que decían o “Casi Ángeles” o “Patito Feo”.

ASÍ NOS RECIBIERON

Primer encuentro: 29/05/2008

Cuando llegamos por primera vez al aula de 5to Grado, los alumnos se encontraban merendando. Al entrar, ellos se “excitaron” un poco, así que, por lo tanto, resultó complicado poder entablar un diálogo sin interrupciones puesto que no se escuchaban entre sí, gritaban, se interrumpían y se pegaban.

Este primer acercamiento que hicimos hoy fue para entrar en contacto con los chicos. Por eso sólo nos limitamos a estar ahí, a charlar, y empezar a conocerlos, de paso, los ayudamos a realizar la tarea que le había dado la señorita Mabel.

Lo más llamativo en este día fue la violencia que habita en esta aula del primer piso de la Escuela Nº 60 de Ringuelet. Ellos se manejan a los golpes, y esto no tiene distinción ni de edades ni de sexo, ya que las niñas juegan un rol bastante importante en esto: Brenda, una de las alumnas, tiene “a mal traer” a todos los varones, donde alguno le dice algo, ella enseguida se para y les pega.

-“¿Sabès como se arregla todo acá?” – preguntó Matías
- “¿Cómo?” – respondí (Jorgelina)
- “A los golpes. Acá todo se arregla así”- contestó el niño, que fue quien un rato más tarde corrió a un compañero porque éste le sacó la hoja, y en el tironeo por querer apropiarse del objeto, Matías le cortó la mano con una lapicera.

Estas situaciones de violencia son comunes, ya que cuando no hay algunos peleándose en una punta del aula, lo están haciendo afuera porque salieron corriendo y se encontraron ahí, entonces para la maestra es muy dificultoso trabajar adecuadamente porque siempre tiene que interrumpir la tarea para separarlos.

Aunque todos los chicos dependen de la maestra, porque necesitan de ella hasta para hacer un dibujo, no le hacen mucho caso a las órdenes que ella da ya que por más que Mabel les diga que no salgan del aula ellos salen igual sin ningún tipo de problema.

Charlando con la señorita Mabel, ella comentó sobre las grandes dificultades que tiene para poder dar clases porque hay graves problemas de conducta. Y ella reconoció que lo primero que le dijeron cuando llegó a esta escuela (este es su primer año aquí) fue que ella debía contener a los chicos cosa con lo que ella no coincide.

“Yo no estudié para hacer contención. Yo en las primeras horas del día que es cuando mejor se puede trabajar, trato de hacer lo imposible para trabajar en las distintas currículas y en el ultimo tramo del día hacemos tareas artísticas porque ya están demasiado distraídos y no atienden”, dijo la señorita Mabel quien muchas veces en el día debe levantar la voz porque sino los chicos no la escuchan.

En el aula, entre todas los afiches que hay pegados, están los de la pautas de convivencia. Así, dentro del que se denomina “NO DEBO”, están todas aquellas cosas que los niños realizan con reiteración: pegar, gritar, salir del aula sin permiso, hablar cuando otro habla, faltarle el respeto a la señorita, etc., etc...